“Pensarte triste y lejos, Sentirte desolado y aburrido, Pensar que estás comenzando a volar y tenes el don para lograr todos tus anhelos Hijo mio, hijo amado, que tanto he anhelado. Que me sacaste horas de sueño, llegaste y comprendí el amor eterno, la dulzura fugaz y unos ojitos queriendo brillar. Hijo mío, si mi corazón te pudiera dar, Hijo mío, si mi alma te pudiera cobijar. Hijo mío, si pudieran mis caricias, mis palabras y mis brazos abrigarte en este caminar. Hijo mío, que te da miedo cruzar y comenzar a caminar, Hijo mío, que triste estás!!, si pudiera calmar tu soledad, conta con ello que allí siempre voy a estar. Hijo mío, hijo amado que sigo los pasos de tu andar Que velo por tus sueños y por tu tranquilidad Hijo amado, triste y desolado Hijo amado que la vida te sonría. Hijo amado que sepas que aquí siempre estaré cuando necesites un abrazo, una sonrisa, un mirada cariñosa un beso y mil palabras de amor que tranquilicen tu corazón.”